“Marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso”… Pues debe de tener razón el refranero español, porque Córdoba, en este quinto mes del año, ha estado bien florida y más hermosa aún si cabe.
Os hablábamos en el anterior post “Cruces“, de que esta ciudad andaluza, en mayo, se engalana a más no poder.
Si comienza el mes con las Cruces, continúa con los patios. Esos patios cordobeses tan típicos y refrescantes donde sus vecinos pasan las “horas muertas” y que miman hasta el más mínimo detalle.
Los llenan de todo tipo de flores y plantas, desde las que más conocemos como claveles, hortensias, cactus… hasta otras que nunca habríamos visto de no entrar en ellos.
Pero además de las flores, decoran cada uno de sus rincones con herramientas, aperos y objetos antiguos, religiosos y andaluces, además de fuentes.
Este concurso anual para optar al mejor patio, de arquitectura antigua o moderna, es todo un espectáculo para los sentidos.
Declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco a finales de 2012, este año ha sido el primero en el que se ha accedido a los mismos con entrada. Eso sí, GRATIS.
Durante dos semanas los vecinos abren las puertas de sus casas y dejan entrar a todos los curiosos para que se deleiten y conozcan los patios y parte de la cultura cordobesa que se esconde en ellos.
Ir de visita a los patios cordobeses es una cita inmejorable ya sea en pareja, en grupo, en familia o incluso individualmente. Quien sabe, quizás sea la manera de hacer amigos o encontrar a tu media naranja en un entorno tan mágico…
Nosotros, la primera vez que fuimos juntos ya estábamos enamorados, pero creo que me enamoré aún más de mi cordobés particular.
Este año fuimos en familia y ayuda a fijarte aún más en todos los detalles, por pequeños que sean. Porque si cuatro ojos ven más que dos, ¡¡imagínate doce!! Cuando no era uno el que llamaba la atención a los demás por no sé qué flor, era otro el que les decía que se fijaran en las fresas “escondidas” en el “zapato-maceta”…
Y si tienes alguna duda sobre alguna planta, flor o cualquier otra cosa, no dudes en preguntarle al encargado de cada patio, te contestará encantado.
Si tienes suerte, como nosotros, puede que hasta te encuentres con un grupo de andaluces cantando “Qué tendrá mi mayo” o cualquier otra sevillana, para animar la visita.
Pero bueno, creo que ya he hablado suficiente, teniendo en cuenta que estos patios “se venden solos”. Te dejo que disfrutes detenidamente de cada una de las fotos.
Y si finalmente te animas a ir de visita el próximo mes de mayo, acuérdate de llevar calzado cómodo (las calles del casco histórico de Córdoba son empedradas), de ir bien provisto de agua (suele hacer mucho calor por esas fechas) y hacerte con un buen abanico (para los ratos de espera). ¡Ah! Y si eres alérgico al polen, medícate bien o lleva mascarilla. Lo agradecerás.