El Camino de Santiago es una asignatura que tenemos pendiente y que esperamos tardar poco en tachar de nuestra lista de deseos.
Caminar entre los preciosos paisajes que van apareciendo en escena según se avanza, conocer nuevas personas, poner los pensamientos en orden y, al final del día, ver que has sido capaz de completar esa etapa diaria debe ser una gran satisfacción personal a todos los niveles.
Y, sin duda, finalizarlo y llegar a Santiago de Compostela y pararse ante su imponente catedral debe sobrecoger el alma y el corazón.
Un bonito destino. También me gustaría emprenderlo siguiendo la ruta de la plata. Saludos.
Igual que a nosotros. Obviamente tenemos el “gen extremeño” bien grabado 😉