Ayer salí al campo y me reencontré con los colores otoñales que tanto tiempo he estado esperando ver. Caminar sobre las hojas caducas me parece uno de los instantes más placenteros y relajantes de los que disfrutar en esta época del año. El crujir de las mismas bajo mis pisadas produce un sonido que me traslada al parque de Montehermoso (mi pueblo) cuando de niña jugaba con ellas.
Me encanta viajar a través de los sentidos. Y a tí ¿dónde te lleva el otoño?