En este viaje hemos aprendido a viajar de otra manera. Una vez más nos dejamos aconsejar por Danièle y así es como entró Oloron Sainte-Marie en nuestra ruta (y por la puerta grande).
La palabra que mejor define a este pueblo es: bonito. Podría ser por las flores que adornan sus calles y puentes, por los tejados de pizarra de sus casas, por la estampa de las ventanas asomándose al río, por la tranquilidad que transmite pasear por sus calles medievales… Podría ser por todo esto y también porque nuestro único objetivo era disfrutar de una mañana agradable.
Unos bocadillos en un banco del parque nada más llegar presagiaban una visita relajada. Parecía que estuviéramos en nuestro pueblo. Por cierto, aquí también pudimos ver restos prehistóricos de sus primeros habitantes.
Muy cerca de estos círculos de piedras está la Cathédrale Sainte-Marie, paso obligado para los peregrinos del Camino de Santiago y Patrimonio Mundial de la Unesco. Unas inquietantes figuras nos sorprenden vigilantes desde el arco de entrada. La recompensa, para quienes no se dejan amedrentar, es un interior colorido y con aires de magnificencia medieval, muy en sintonía con el resto del pueblo.
Junto a la catedral hay una escultura muy extraña: un obispo atado a una mula de ojos vendados. Se debe a la leyenda de Saint-Grat, el obispo de Oloron que murió en Jaca en el siglo VI, lo que provocó una disputa para enterrar su cuerpo entre aragoneses y bearneses. Y no se les ocurrió otra cosa que atar el cuerpo del pobre hombre a una mula con los ojos tapados para decidirlo. Finalmente parece ser que la mula llevó el cuerpo del obispo hasta la catedral de Sainte-Marie.
La estampa más bonita de Oloron te sale al paso cuando intentas cruzar el río. Un puente adornado coquetamente con flores multicolores nos obliga a pararnos y deleitarnos con la imagen de las casas que se alzan a su orilla.
La época medieval se refleja especialmente en el barrio Sainte-Croix y en la iglesia del mismo nombre. Como es de esperar en un recinto fortificado, no hay forma de librarse de subir cuestas. Una vez más nos ganamos el fresquito de las iglesias francesas como premio al esfuerzo.
El tranquilo paseo de vuelta por las antiguas murallas, nos regala una vista panorámica de Oloron Sainte-Marie que pone la guinda a esta agradable visita.
Este sitio tiene muy buena pinta. Saludos.
Pues sí, totalmente recomendable. Saludos
Felicidades Ana y Jaime por la llegada de Kira! Me gusto mucho su articulo y quisiera pronto hacer el camino de Santiago! Les cuento que los sigo y me gusta su blog por lo que los he nominado a un premio!
http://goo.gl/fNx0gZ
Mucha suerte y a disfrutar en el Camino de Santiago. Ya leeremos tus impresiones en el blog. Nosotros aún no lo hemos hecho pero está en nuestra lista.
Muchas gracias por la nominación.
A la orden chicos! Se me habia olvidado colocar las sencillas reglas de la nominación al premio, encuéntrenlas al final del post actualizado. Saludos!
Ok. ¡Muchas gracias!